PENSANDO EN LOS MILLENNIALS Y EN ASEREJÉ



¿Te acuerdas de Aserejé? Probablemente no, si te autodefines como un “Millennial”.  Aunque soy de quienes se oponen a los estereotipos y a las generalizaciones, quiero hacer una excepción en este último día del 2018 para dedicar esta reflexión a un grupo muy especial de los terrícolas: los llamados Millennials.  

Pero hablemos primero de Aserejé. Hace casi 20 años un grupo femenino de España, con un nombre que a mí me pareció muy original, lanzó un sencillo con el título “Aserejé”. En muy poco tiempo la canción se convirtió en uno de los hits más exitosos del mundo hasta ese momento: 7,000 millones de discos vendidos. Todo surgió muy rápido. Tal vez otros sí, pero yo nunca antes y nunca después escuché otra vez de las Chicas Ketchup. Nunca. Hasta ayer.

Ayer me encontré con Aserejé otra vez. No, no fue ni en la radio, ni en Spotify ni en YouTube. La canción llegó a mi mente mientras pensaba en los Millennials. Los demógrafos y sociólogos no acaban de ponerse de acuerdo sobre cuándo comienza esta generación. No importa. Para los fines, yo tengo en mente a un grupo específico de jóvenes cuyas edades oscilan entre los 20 y los 30 años a quienes he conocido en distintos lugares del mundo en los últimos años de mi vida como pastor y maestro.

En mi observación de estos jóvenes y en mi interacción con ellos, me he llevado la impresión de que muchos (tal vez porque en el universo digital en el que nacieron todo es así), quieren que todo sea rápido. Son grandes soñadores y tienen metas ambiciosas, pero quieren resultados rápidos.  Aunque la “libertad” y la “felicidad” son conceptos clave para ellos, la paciencia no pareciera estar entre las virtudes a las que aspiran.

Sí, lo sé, estoy generalizando, pero aunque esta falta de paciencia no se limita a la Generación Z, me parece que entre muchos de ustedes, chicos y chicas de ese grupo, hay un afán desmedido por tener éxito, relaciones, dinero, posesiones, músculos, figura esbelta, ascenso profesional DEMASIADO RÁPIDO. ¿Cuál crees que es el equivalente de “Aserejé” más reciente? Yo nunca he visto el video y ni siquiera he escuchado la canción completa de Daddy Yankee y Luis Fonsi, pero sí sé que repite muchas veces la palabra “Despacito”.

Quiero aprovechar solo esta palabrita para tratar de que convencerte que los logros más importantes de la vida se alcancen despacito. El tipo de éxito al que me refiero se construye con ladrillos sólidos, propósito firme y actitud perseverante. Generalmente el precio de estas construcciones es más alto y los resultados se obtienen más lentamente, pero los abuelos, los padres, los tíos y los maestros de los Millennials hemos aprendido (a veces a golpe de errores) que más rápido muy pocas veces significa mejor. Hemos aprendido que la felicidad y la libertad verdaderas no son desechables, no dañan nuestro cuerpo y mucho menos nuestras conciencias. Hemos descubierto que, con frecuencia, las cosas que se logran muy rápido (como Aserejé) desaparecen con la misma rapidez.

Estoy convencido de que los más adultos tenemos mucho que aprender de los Millennials con su ingenio, su dominio de la tecnología y sus ansias de volar lejos; y aunque algunos jóvenes piensan que no tienen mucho que aprender de los más adultos, conozco a muchos Millennials que son, no solamente muy inteligentes, pero también muy sabios y reconocen la posibilidad de aprender de las generaciones anteriores. Las lecciones que los más viejos hemos aprendido por medio de la observación, la experiencia y los errores podrían ahorrarte mucho dolor y la pérdida de mucho tiempo y dinero.

Estimado joven y querida señorita, dentro de unas pocas horas, el moribundo 2018 pasará a la historia y un nuevo capítulo llamado 2019 se abre ante ti. Entre tus planes para el Nuevo Año recuerda incluir:

(1)  El propósito de desarrollar y mantener relaciones genuinas y no solo relaciones estratégicas por motivos puramente académicos, profesionales o financieros.

(2)  El cuidado, no solamente de tu apariencia, sino también de tu salud física y mental para ser más útil a tu Creador y a los demás a largo plazo.

(3)  La oportunidades de servir anónimamente a quienes más te necesitan (a veces serán seres queridos y otras veces serán desconocidos que Dios pondrá en tu camino). Los más viejos hemos aprendido que las personas egocéntricas nunca alcanzan la felicidad verdadera.

(4)  Finalmente debes recordar que quienes tratan de lograr la paz interior sin una relación dinámica con el Creador terminan haciendo de sus propios sentimientos y pensamientos un ídolo inútil, por lo tanto asegúrate que tu comunión con Dios durante el 2019 se fortalezca por medio de la oración, la meditación, el ayuno y el estudio de las Escrituras. Me despido con las palabras del apóstol Pablo:

«Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser—espíritu, alma y cuerpo—sea guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1 Tesalonicenses 5:23).

Aneury Vargas Ramírez,
San Cristóbal, República Dominicana,
31 de diciembre de 2018

PD: Este mensaje también está dedicado a los adultos que se creen Millenials. 

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