SEXO: ¿ORIGINAL O CARABELITA?
«Aneury,
no me digas que tú nunca has estado con una mujer». Hace unos 20 años me
encontraba con unos amigos de la universidad donde estudié y después de un rato de hablar muchas cosas, la conversación se tornó al tema sexual. Algunos de los muchachos contaban sus
experiencias sexuales cuando me miraron como esperando escuchar mi historia. Al notar mi silencio uno de ellos
me dijo: «Aneury, no me digas que tú nunca has estado con una mujer». Cuando
respondí que no, estallaron en risas y comenzaron a burlarse. ¿Te resulta familiar la escena?
Aquí
en Asia se especializan en hacer imitaciones de productos famosos: zapatos,
ropa, dispositivos electrónicos y piezas de vehículo de marcas conocidas. A estos productos falsificados los dominicanos los llamamos productos carabelita. Se parecen al original, pero son más baratos,
son de mala calidad y de poca duración. Lo
mismo ocurre con el sexo. Hay una versión original y varias versiones carabelita.
Hay dos versiones falsificadas muy populares en la actualidad:
1. Primero está la idea de que el sexo es sucio, y sirve solamente
para procrear. (Algunas de estas
personas incluso creen que el fruto prohibido del que Adán y Eva comieron
cuando pecaron consistió en tener relaciones sexuales).
2.
En segundo lugar está la noción de que el sexo es una simple necesidad fisiológica
parecida al comer, el beber y el orinar, que hay que satisfacer de cualquier
modo cuando se siente el deseo. Bueno, esto
es cierto en el caso de los animales, pero el hombre y la mujer fueron creados a imagen de Dios (Génesis 1:27) por lo
tanto el sexo tiene un significado diferente para los seres humanos que
el que tiene para los perros, los gatos y los caballos. No somos animales y no
debemos vivir como tales.
¿Cuál es entonces la versión
original? Para responder, comencemos definiendo el sexo como lo que es, un invento de Dios,
un regalo divino, diseñado no solo para la reproducción, sino también para el placer
físico, y la intimidad emocional. Esa es la razón por la que el libro de
Cantares forma parte de la Biblia. Cuando Dios unió a Adán y a Eva estableció
el patrón que el resto de la humanidad debía seguir: «Por
eso el hombre dejará a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán
una sola carne» (Génesis 2:24). Las imitaciones
de mala calidad de la experiencia sexual que promueve la cultura popular no
pueden alcanzar este nivel.
Volviendo
a la conversación de hace 20 años, mis amigos habían marcado el número equivocado.
Su intención era burlarse de mí, pero quedaron sorprendidos cuando les dije que me
sentía muy orgulloso de ser virgen y que decididamente me estaba preservando
para mi futura esposa. Es lamentable que este tipo de escenas ocurran aun entre jóvenes cristianos.
Muchos
jóvenes seguidores de Cristo están rodeados de otros jóvenes y señoritas que abiertamente
llevan una vida sexual activa. Estos compañeros probablemente se burlan de
ellos cuando éstos se refieren al sexo como algo bueno y sagrado que está
reservado para el matrimonio. Aunque la presión es mucha creo que la mayoría de
los jóvenes cristianos resisten ese tipo de tentación abierta. El problema
llega cuando el diablo, astuto al fin, prepara trampas más sutiles.
¿Cómo
y por qué estamos teniendo tantos casos de relaciones premaritales en la
iglesia? Muchos chicos y chicas confían demasiado en su fuerza de voluntad y
creen que pueden controlar sus hormonas en cualquier momento. Otros piensan que
se pueden practicar todo tipo de caricias y besos siempre y cuando no haya penetración.
Pero se olvidan que existe un punto de no retorno, ese momento
cuando las pasiones están tan encendidas que ya no hay forma de detenerse
aunque se quiera; entonces terminan desenvolviendo el regalo divino antes de
tiempo. Disfrutan de un placer pasajero a un precio demasiado alto. ¿Qué se
puede hacer al respecto? Ten en cuenta estas ideas:
1.
No soy de los que creen que la
pareja se debe dar su primer beso el día de la boda, pero sí les
recuerdo a mis amigos más jóvenes que el cuerpo nunca se satisface
completamente con besos y caricias. Es bueno siempre detenerse cuando todavía
se tienen ganas de seguir.
2.
Para lograr el punto anterior, es
sabio nunca irse a un lugar tan aislado que nadie los pueda interrumpir.
3.
Ningún relación seria y madura se
rompe por falta de besos y caricias. Las relaciones que están
construidas sobre las bases del contacto físico están destinadas al fracaso.
4.
Los muchachos que de verdad respetan
a las chicas no les exigirán “pruebas de amor”. Es cierto, muchos varones se enojan o se frustran cuando las chicas no les permiten lo que
ellos quieren, pero a la larga el varón siente más admiración y respeto por
estas muchachas que por aquellas que se dejan hacer de todo.
5.
Nunca es tarde para recapacitar.
Permíteme
terminar recordándote que el sexo es un regalo divino. Cuando te cases podrás
disfrutarlo al máximo, sin ningún miedo de un embarazo no deseado, o una
enfermedad de transmisión sexual. Tampoco hay sentimiento de culpa ni miedos de
ser descubiertos. El matrimonio es el contexto perfecto para disfrutar completamente del placer físico y la intimidad emocional con tu cónyuge. Yo decidí
esperar por la versión original y la estoy disfrutando mucho. Ahora dime qué
prefieres tú, ¿la versión original o la versión carabelita?
Aneury
Vargas,
AIIAS,
Filipinas,
15 de septiembre
de 2017
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