NO ES LO MISMO NI ES IGUAL

Mi tableta está muy lenta, el sistema operativo ya no se puede actualizar porque el aparato no aguanta la versión más moderna, su capacidad de almacenamiento es muy limitada comparada con mis necesidades. Hay varias aplicaciones (apps) que no son compatibles con mi tableta.  Además ya hay otros modelos más modernos, elegantes, y rápidos así que ya quiero cambiar mi aparato.

Esa es mi versión de la historia. Mi versión es veraz, pero incompleta. Lo que pasa es que mi IPad no puede hablar. Si pudiera, estas son las cosas que podría decir: «Aneury, cuando me obtuviste sabías que las cosas cambiarían, que mi capacidad llegaría a un límite. Estoy abollada en dos lugares porque me dejaste caer en dos ocasiones, mi parlante (speaker) se malogró al poco tiempo por tu descuido, me dejaste abandonada varias veces y otros tuvieron que recordarte que habías olvidado algo importante. Nunca llegaste a explorar todo mi potencial. No me diste la oportunidad. Ahora me quieres abandonar por unos pocos deseos tuyos que no puedo satisfacer, mientras pasas por alto las cientos de funciones que todavía puedo realizar, pero que tú no has aprovechado por tu ignorancia y holgazanería. Ahora te olvidas de cuánto creciste y aprendiste conmigo y prefieres concentrarte en lo que (según tú) no puedo cumplir». 

¿Qué te parece, amigo lector? ¿Crees que tengo derecho a cambiar de IPad? Yo creo que sí. Hay dos razones principales: mi IPad no es una persona, es una cosa, no tiene sentimientos. Además, al adquirirlo no hice ningún pacto de que estaría con él por el resto de mi vida.

Un problema muy grande del día de hoy es el egoísmo, la inmadurez y la cobardía que muchas personas traen al matrimonio. El primer error grave que cometen es creer que "el amor" hará desaparecer todos los problemas y diferencias que tienen como pareja como por arte de magia. Es un mito. En segundo lugar, una vez casados, no están listos para luchar valientemente por su matrimonio. Cuando arrecia la tempestad, quieren huir. Algunos se casan viendo a su pareja  como una "máquina de felicidad". Cuando la máquina deja de satisfacer sus “necesidades” deciden cambiarla.

No trates a tu esposo o tu esposa como yo he tratado mi IPad. Él o ella no es un aparato. También es un ser humano igual que tú. Necesita y merece atención, respeto, cariño, aprecio, igual que tú. Sin duda tiene defectos, pero eso tú ya lo sabías antes de casarte con él o con ella. Además tú también tienes defectos que puede que sean iguales o peores que los de pareja. 

Si no te has casado todavía, por favor, no te dejes llevar por esa versión platónica del amor según la cual todas las diferencias que ahora tienen desaparecerán como por arte de magia. That's not true. Esas diferencias se quedarán allí y es posible que se acrecienten. Si desaparecen será por medio de un proceso paulatino y voluntario. El fundamento del matrimonio está compuesto por cuatro piedras angulares que están interrelacionadas: respeto, amor, madurez y comunicación honesta.  Como ves, el “amor” es solo un elemento. El amor verdadero debe ir acompañado de los demás componentes.

Hoy Anita y yo cumplimos 15 años de casados. Ha sido un viaje lleno de emociones, aventuras, lágrimas y desafíos. En este día es mi oración y mi decisión no tratar a mi esposa como si fuera un IPad. Decido tratarla como un ser humano que merece todo mi respeto y agradecimiento. Ella ya no es la chica de 21 años con la que me casé. No puedo esperar que se mantenga por siempre como si fuera quinceañera. Ella no es una Barbie, pero yo tampoco soy un Ken. Ya no somos dos jovencitos. No es lo mismo ni es igual. Pero es MEJOR. MUCHO MEJOR. Porque nuestro amor es más maduro y más fuerte. Ahora conocemos más nuestros defectos y debilidades. Hemos enfrentado grandes dificultades, pero lejos de debilitar nuestra relación, las tormentas la han fortalecido. Esto ha sido posible porque hemos invitado al Señor para que desarraigue nuestro egoísmo y nos ayude a parecernos a él.

Yo sé que cada relación es diferente. Puede que tus circunstancias sean muy distintas de las mías, pero de todos modos quise compartir mi opinión y mi testimonio contigo con la esperanza de que (si aún estás soltero o soltera) hagas planes sabios, y si ya uniste tu vida en casamiento con otra persona, pues te animo a invitar al Diseñador del matrimonio a ocupar el trono de tu corazón y el centro de tu hogar. La lucha no será fácil, pero escaparse en un busca de un nuevo IPad puede que solo traiga satisfacción transitoria. Muchas veces el problema no está en el IPad, está en el usuario. Que Dios nos ayude a tratar a nuestra pareja como a un ser humano , no como un Ipad sin sentimientos.

Aneury Vargas,

25 de agosto de 2017

AIIAS, Filipinas