¿SÍ o NO? ¿CUÁNDO?
¿Sabías que millones de cristianos en Egipto, Etiopía
y otros lugares de África y el Medio Oriente celebran la Navidad el día 7 de
enero? Bueno, para poder explicar por qué ellos celebran el nacimiento de Jesús
en esa fecha en lugar del tradicional 25 de diciembre habría que recurrir a la
historia y a la diferencia entre el calendario gregoriano y el juliano. También
habría que hacer unos complicados cálculos matemáticos y astronómicos, y de ñapa
saber algo de teología.
La verdad es que no tenemos el tiempo para eso ahora
así que por el momento limitémonos a preguntarnos si realmente importa saber la
fecha exacta en que Jesús nació. Mientras algunas pocas voces disidentes
insisten en que la Navidad tiene un origen pagano una gran mayoría de personas hace
caso omiso al tema y aprovechan la ocasión para visitar y compartir con familiares
y amigos, pintar su casa, comprarse ropa nueva, intercambiarse regalos,
parrandear y si hay tiempo, tal vez pensar un poco en Jesucristo.
Si leemos la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis
descubriremos que Dios ni ordena ni prohíbe la celebración de la Navidad.
También descubriremos que no es posible, a partir de las Escrituras, deducir la
fecha exacta del nacimiento del Salvador ¿A qué se podría deber el silencio de
los escritores bíblicos sobre el tema? Tal vez Dios no especificó la fecha del
nacimiento no para evitar que la gente celebrara la Navidad sino para que no
nos limitáramos a hacerlo una sola vez al año. Tal vez.
Ponerse a discutir sobre si debemos celebrar la
navidad o no, o cuándo debería celebrarse es, como dicen los gringos, to
miss the point. O sea, es ignorar el punto más importante del asunto.
Cuando damos demasiada importancia a temas secundarios nos olvidamos de que,
sin importar la fecha exacta, la Navidad conmemora el evento más trascendente
de la historia humana.
Ya sea que haya ocurrido en enero, en marzo o
diciembre, la Navidad nos recuerda aquella primera Navidad cuando Dios se hizo
hombre. Nos recuerda aquel día cuando el Creador del universo penetró los
límites del tiempo y del espacio que Él mismo había creado para mostrarnos su
amor incondicional por medio de su vida y de su muerte. Al presenciar un acontecimiento tan
maravilloso como ese los ángeles quedaron sorprendidos y elevaron sus voces en
alabanza cantando: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz» (Lucas
2:14).
No, la Biblia no nos dice
nada sobre cuándo ocurrió la primera Navidad, pero sí enfatiza lo que ocurrió
aquella primera Navidad: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y
el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero,
Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz» (Isaías 9:6-7).
En la primera Navidad, Dios
se ofreció a sí mismo como un regalo para nosotros, ¿Qué tal si en esta época
lo imitamos y nos ofrecemos como un regalo para Él y para aquellos que nos
necesitan?
A propósito, ¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Aneury Vargas,
Silang, Cavite, Filipinas
14 de diciembre de 2015
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