¿ACEPTARÍAS ESTE REGALO?
Era un Honda Accord. Solo Dios sabe de qué año. No pude evitar notarlo porque el único parqueo disponible estaba justo a su lado. Esta foto no nos da una idea completa de lo destartalado que estaba, pero crean en mi testimonio: este vehículo no podía estar en peor condición. Sin embargo, no fue solo su estado y su apariencia lo que cautivó mi atención, sino que tenía en varios lados un mensaje que decía: PROPIEDAD DE JESUCRISTO. De inmediato me llegaron dos ideas a la mente: Primero, la oferta del Señor Jesús de recibirnos tal como somos. Las palabras pronunciadas hace dos mil años siguen siendo estando vigentes: «Al que a mí viene, no lo rechazo» (Juan 6:37). Nuestro Señor nos invita a venir a Él con todas nuestras cargas, defectos y problemas. La oferta de antaño continúa abierta: «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso» (Mateo 11:28). No importa lo descompuestos que estemos. Él nos reciba y nos conside...